Este nuevo post va dedicado a intentar explicar la historia del tatuaje y sus orígenes. ¿Alguna vez se te ha ocurrido preguntarte cuando comenzó todo esto de los tatuajes? Pues si crees que el mundo de los tatuajes es algo moderno, cuyos orígenes se remontan como mucho cien años atrás estás muy equivocado.
La fecha exacta del comienzo de los primeros tatuajes no se conoce, ni como fue el origen de los mismos, lo que si sabemos es acerca de la historia del tatuaje, ya que el primer tatuaje en la historia temporal del ser humano se remonta hace 3300 a.C. con la momia de Ötzi. En septiembre de 1991 durante una expedición por los Alpes de Ötztal, en la frontera de Austria e Italia, dos alpinistas alemanes encontraron el cuerpo momificado de un hombre con 61 tatuajes en forma de linea en la muñeca izquierda, dos en la zona lumbar, cinco en la pierna derecha y dos en la izquierda. Los estudios científicos realizados al cadáver concluyeron que el cuerpo momificado correspondía al de un hombre que falleció en el 3300 a. C. el cual sufría artritis en las zonas donde estaba tatuado, sugiriendo así que sus tatuajes tenían fines mágico – curativos.
El segundo rastro que tenemos en la historia del tatuaje se sitúa en la era de los egipcios, alrededor del año 2150-1990 a.C. En la XI dinastía egipcia el arte del tatuaje era común en las altas esferas egipcias, como es el caso de la sacerdotisa Amunet, la cual presenta tatuajes de puntos y líneas en las muñecas y pubis. Los historiadores creen que las antiguas sociedades egipcias tenían la creencia que los tatuajes eran una especie de «pasaporte» hacia la otra vida.
Muchas momias femeninas de este periodo, muestran tatuajes similares, a veces acompañados de escarificaciones (cicatrices con relieve) ornamentales en la parte baja del abdomen. La escarificación es todavía muy popular en nuestros días en algunas zonas de áfrica. Se cree que estos tatuajes compuestos de series de puntos y rayas tenían un simbolismo protector y propiciador de la fertilidad de las mujeres. Las formas romboidales están relacionadas con el poder femenino primitivo del universo y la maternidad. También se han hallado momias más modernas en las que ya se aprecian dibujos y no formas geométricas. El tatuaje más antiguo de un dibujo representa a la diosa egipcia Bes, que es la diosa lasciva de la diversión y la patrona de los músicos y las bailarinas. Es común ver en muchas pinturas egipcias personas que llevan los tobillos tatuados con la representación de esta diosa. Las momias que han aparecido con estos tatuajes en los tobillos datan del 400 A.C.
Como podemos ver el acto de tatuarse no es algo reciente, sino que es algo que nos ha acompañado al ser humano desde sus orígenes confeccionando así la historia del tatuaje en el hombre. El término “tatuaje” (tatoo en inglés, pronunciado tatú) tiene un origen polinesio. En concreto la palabra polinesia “ta”, tiene como significado golpear y la expresión “tau-tau” era utilizada para hablar del choque entre dos huesos. Los antiguos pobladores de la Polinesia fueron los primeros en grabarse motivos en la piel, ya que antes de la llegada de los Europeos, la lengua polinesia no era escrita, sino que era solo de carácter oral. Los diseños simbólicos del tatuaje servían para expresar la identidad y la personalidad de cada una de las personas en la propia civilización, indicando el rango social de la jerarquía, la madurez sexual y la genealogía. Cabe destacar que en la sociedad tahitiana antigua, prácticamente todos los individuos , a partir de la pubertad, eran tatuados de la cabeza a los pies, comenzando así un proceso lento y doloroso, donde los tatuajes se embellecían y renovaban durante toda la vida. Uno de los diseños más representativos de los tatuajes polinesios es el símbolo del caparazón de tortuga, ya que este animal era una criatura de gran importancia en su sociedad, ya que representa el hogar, la protección de la familia, la paciencia, la constancia y la capacidad para aguantar a las desgracias de la vida terrena.
Regresando a Europa, el tatuaje también ha sido utilizado en nuestras civilizaciones más «recientes» como la romana o la griega, donde el empleo del tatuaje era utilizado para marcar a los criminales. Esta práctica llegó a su fin con el emperador romano Constantino I, el cual prohibió la costumbre de marcar a las personas. Este acontecimiento fue clave en la historia del tatuaje, ya que dio comienzo de la estigmatización de los tatuajes durante el cristianismo, cuyo mayor auge se remonta a la Edad Media, la cual les confiere un carácter de diabólico por lo que se empieza a perseguir estas prácticas. Esta regla no fue respetada por los señores feudales, quienes tatuaban el rostro de sus esclavos para que la sociedad se diera cuenta de ello. Más adelante, durante la época de las cruzadas, los tatuajes comenzaron a adquirir otro sentido cuando los caballeros templarios se tatuaban cruces en las manos o los brazos como señal de desear una sepultura cristiana en caso de morir en batalla.
La aceptación total de estas prácticas llega de la mano del explorador Thomas Cook en las décadas del siglo XVIII (1771 d.C.) quién devolvió este arte a la sociedad occidental, a través de la popularidad que tuvo entre los marineros el acto de tatuarse. Su máxima popularidad se alcanza en la época de los años 60 – 70 con la cultura hippy. Los hippies recurrieron al tatuaje como forma de arte, apostando por diseños muy coloridos que mostraran la ideología de estos años. En el caso particular de España, su máximo apogeo se romonta a los años 80, donde miles de jóvenes y no tan jóvenes de clases medias altas incorporaron el tatuaje a su cultura alternativa, donde predominaba un estilo extravagante. Nos referimos a aquellos años donde la cultura rocker, punk, heavy, entre otras, calaba en la sociedad española a través de jóvenes rebeldes que se interesaban cada vez más por ellos, marcando así un acontecimiento muy importante en la historia del tatuaje.
A día de hoy el tatuaje es algo que forma parte de nosotros, donde su industria cada vez está más y más de moda. Existe cierta necesidad por tatuarse a día de hoy, y su regulación no para de crecer, un claro ejemplo es la formación higiénico sanitario que deben tener todos aquellos tatuadores que quieran ejercer como aplicadores de tatuaje, micropigmentación o piercing. Como es de esperar, en pleno siglo XXI podemos intuir que esta profesión está en pleno auge, y su expansión cada vez es más notoria debido al declive de las titulaciones universitarias. Desde la Escuela Del Tatuaje, somos conscientes de este hándicap, porque queda muy claro que ahora el poder adquisitivo de un titulado universitario es mucho menor que el de cualquier otra profesión libre como puede ser la de tatuador, anillador o micropigmentador. Por eso desde este blog queremos dar a conocer esta nueva salida laboral muy ventajosa, cuya formación es muy importante a la hora de incorporarse a este nuevo mercado laboral.
Mucho más que un escuela…